El Proyecto 2025 ya no es una amenaza futura: está en marcha. Diseñado por la Heritage Foundation y promovido por más de 80 organizaciones de la ultraderecha estadounidense, este plan opera como una hoja de ruta autoritaria para reinstaurar a Donald Trump en el poder —y desde ahí, desmantelar derechos, aplastar disidencias y transformar al Estado en un arma de control ideológico.
Con más de mil páginas, el documento propone —y ya se aplica en la práctica— la purga del funcionariado público, la colocación de leales en cargos clave, y la eliminación de políticas que defienden a migrantes, mujeres, personas LGBTIQ+, comunidades indígenas, afroamericanas y al planeta mismo.
Atacar a quienes defienden derechos
Una de las acciones más alarmantes que ya se impulsa es una orden ejecutiva redactada por aliados de Trump que busca cancelar el trabajo de organizaciones no gubernamentales dedicadas a la defensa del medio ambiente, los derechos de las personas migrantes y los derechos humanos. Las tildan de “activismo ideológico” y “amenaza a la soberanía”.
El proyecto también pretende bloquear la financiación proveniente de fundaciones progresistas, como la Ford Foundation y Open Society Foundations, vinculada a George Soros. Cualquier rastro de justicia social se convierte en enemigo.
Migrantes, criminalizados por existir
Ya se endurecen las medidas en la frontera. Se documentan redadas, expulsiones exprés sin juicio y campañas de odio en medios y redes. Se promueve la creación de centros de detención masivos, y se criminaliza a quienes ofrecen ayuda humanitaria. Mujeres embarazadas, niños no acompañados, personas desplazadas por la crisis climática: nadie está a salvo.
El planeta y los cuerpos como blanco
Mientras el mundo arde, el Proyecto 2025 desmantela la Agencia de Protección Ambiental (EPA), revierte regulaciones climáticas y retira a Estados Unidos de acuerdos internacionales. El mensaje es claro: las ganancias importan más que la vida.
También se persigue el derecho al aborto, se borran las políticas de inclusión, se ataca a personas trans, y se eliminan los programas de educación sexual. El cuerpo de las mujeres y disidencias se vuelve campo de batalla.
Contra la justicia, la venganza
La maquinaria del Proyecto 2025 instrumentaliza el sistema judicial para perseguir enemigos políticos, periodistas, líderes sociales, y académicos. Plantea auditorías ideológicas a universidades, medios y organizaciones civiles. El objetivo: imponer el miedo y el silencio.
Pero el miedo también se organiza
Frente a esta ofensiva, las redes de resistencia se activan. Migrantes, defensoras, comunidades indígenas, movimientos afrodescendientes, ambientalistas, periodistas y estudiantes se articulan para documentar, proteger, resistir.
Porque aunque el Proyecto 2025 avance desde las entrañas del poder, la dignidad se organiza desde abajo.
Por: Sofía López, abogada y periodista Corporación Justicia y Dignidad