Por: Sofía López, Abogada Defensora de Derechos Humanos, y periodista de la Corporación Justicia y Dignidad
Con profunda tristeza el mundo presencia en vivo y en directo el genocidio del Pueblo Palestino, pero irónicamente los medios comunicación titubean para señalar la responsabilidad del gobierno de Israel sobre las más de 6000 bombas lanzadas sobre Gaza que han alcanzado hospitales, escuelas, iglesias cristianas, y el asesinato sistemático y generalizado de civiles, en su mayoría niños. Israel con el amparo del judaísmo y el holocausto judío, ejecuta realmente planes de extermino sionista.
El sionismo y el judaísmo son conceptos diferentes, aunque estén relacionados, el judaísmo es una religión monoteísta que se basa en las creencias, prácticas y tradiciones religiosas del pueblo judío que siguen las enseñanzas de la Torá y el Talmud, observan festividades y participan en rituales religiosos. El judaísmo es una identidad religiosa y cultural que abarca una amplia diversidad de corrientes, incluyendo el judaísmo ortodoxo, conservador, reformista y otros. La religión judía se centra en la relación entre Dios, la moralidad y la vida espiritual.
El sionismo es un movimiento político nacionalista que aboga por el establecimiento de un estado judío independiente en la Tierra de Israel, que hoy en día comprende Israel y los territorios palestinos que han sido ocupados por la violencia. El sionismo no es una religión, sino un movimiento que se enfoca en cuestiones políticas, territoriales y nacionales.
El sionismo surgió a fines del siglo XIX con el objetivo de establecer un estado judío en la Tierra de Israel, que en ese momento formaba parte del imperio Turco Otomano. El término “sionismo” se deriva de “Sión”, que es el nombre de una fortaleza jebusea conquistada por el rey David y que se encontraba situada en la actual Jerusalén. Theodor Herzl, un periodista austrohúngaro, es considerado uno de los fundadores del sionismo y escribió un libro llamado “El Estado Judío” en 1896, donde abogaba por la creación de un estado judío.
El primer congreso sionista se llevó a cabo en Basilea, Suiza, del 29 al 31 de agosto de 1897, fue organizado por Theodor Herzl y tenía como objetivo principal promover la creación de un Estado judío en Palestina. En este congreso, Herzl presentó su libro “El Estado Judío” y propuso la creación de la Organización Sionista Mundial para promover el sionismo. Además, se discutieron cuestiones relacionadas con el asentamiento judío en Palestina, la financiación del movimiento y la diplomacia internacional. El Congreso de Basilea fue un hito importante en la historia del sionismo, ya que sentó las bases para la creación del Estado de Israel en el futuro.
Después del primer congreso sionista, se establecieron varios objetivos para el movimiento sionista. El objetivo fundamental del sionismo era la creación de un estado judío independiente en algún lugar de la Tierra de Israel lo que para ese entonces era Palestina. Esto se logró con la Declaración de Balfour en 1917 y, finalmente, la fundación de Israel en 1948.
La Declaración de Balfour de 1917 fue una manifestación formal pública del gobierno británico durante la Primera Guerra Mundial, para anunciar su apoyo al establecimiento de un Estado Judío en la región de Palestina, que en ese entonces formaba parte del Imperio otomano. La Declaración fue incluida en una carta firmada por el ministro de Relaciones Exteriores británico Arthur James Balfour y dirigida a Lionel Walter Rothschild, banquero y político inglés, líder de la comunidad judía en Gran Bretaña, para su transmisión en la federación sionista de Gran Bretaña e Irlanda. Esta declaración fue un paso significativo en el apoyo internacional a la causa sionista y la constitución del Estado de Israel en 1948.
El movimiento sionista trabajó en la adquisición de tierras en Palestina para establecer comunidades de europeos convertidos a la religión judía y garantizar una presencia judía en la región. Fomentó la inmigración de europeos adeptos a la religión judía a Palestina. Trabajó en la creación de instituciones políticas, educativas y culturales judías en Palestina y estableció autogobierno y representación judía en los asuntos locales.
La ONU propuso la creación de dos estados, uno judío y otro árabe, en el Plan de Partición de Palestina en 1947, sin embargo, la creación de estos dos estados no se llevó a cabo debido a una serie de factores, entre ellos el conflicto entre comunidades judías y árabes, la oposición de los países árabes del Plan de Partición y que llevó a una guerra entre las fuerzas judías y los países árabes en 1948. El 14 de mayo de 1948 el Estado de Israel declaró su independencia y otros estados lo reconocieron como Estado, desde entonces Israel existe como un supuesto estado judío.
Es importante entender que la creación de un estado judío no se menciona en ningún libro religioso en el sentido tradicional. Las escrituras judías contienen textos sagrados como la Torá, El Talmud, los Libros Proféticos y otros, que contienen historias y enseñanzas religiosas, pero en ninguno de estos se aborda específicamente la creación de un estado judío. La creación del Estado de Israel en 1948 fue un evento bélico, político y diplomático y no religioso. Por esta razón el estado de Israel no es un estado Santo, ni sus habitantes – en su mayoría descendientes de europeos que migraron producto del movimiento sionista – son el Pueblo de Dios.
El historiador israelí y director del magíster en Estudios de Holocausto y Genocidio de la Universidad de Stockton (Nueva Jersey, Estados Unidos), Raz Segal afirmó: “La campaña de Israel para desplazar a la gente de Gaza y expulsarlos del todo a Egipto es otro capítulo de la ‘Nakba’, donde un estimado de 750.000 palestinos fueron expulsados de sus hogares durante la guerra de 1948 que llevó a la creación del Estado de Israel”, apunta Segal en su columna.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, el 9 de octubre, declaró: “Estamos imponiendo un asedio total en Gaza. Sin electricidad, sin comida, sin agua, sin combustible. Todo está cerrado. Estamos combatiendo animales humanos y actuaremos en consecuencia”. Israel ha bombardeado sin cesar a Gaza. “La Fuerza Aérea israelí, según su propio conteo, ha lanzado más de 6000 bombas en Gaza, una de las zonas más densamente pobladas del mundo. Esto es casi tantas bombas como las que lanzó Estados Unidos en Afganistán durante los años récord de la guerra en aquel país”, apunta Segal. Agrega que “el asalto a Gaza también se puede entender, en otros términos: como un caso de libro de genocidio desarrollándose ante nuestros ojos”
En el momento en que escribo este articulo los medios de comunicación alternativos señalan:
– La cifra de personas asesinadas en Gaza por los bombardeos de la fuerza aérea israelí asciende a 4.137 entre ellos 1661 niños y cerca de 13.162 heridos.
– El personal periodístico de la BBC de Londres en Cisjordania dimitió debido a la negativa de este medio de difundir información verdadera,
– Las fuerzas militares de Israel han ordenado la evacuación del Hospital Al Quds en Gaza, más de 400 pacientes reciben tratamiento en ese hospital, mientras que cerca de 12.000 civiles desplazados se refugian en él
– Se denuncia un nuevo bombardeo con misiles en Gaza.
Es tan urgente esa distinción entre judaísmo y sionismo que en varias partes del mundo las comunidades judías protestan, exigen que se diferencie entre judaísmo y sionismo, y un cese al fuego inmediato en Gaza. En la casa Blanca, en el Capitolio y hasta en el mismo Israel donde hay mas de 1000 judíos detenidos por no apoyar los bombardeos contra el pueblo Palestino. Porque Dios no apoya un Genocidio y por qué ninguna guerra es santa.